
No deberían pasar desapercibidas en Bahía Blanca las recientes declaraciones de Marcelo Mindlin, CEO de Pampa Energía, en torno a que su subsidiaria, Transportadora de Gas del Sur (TGS) prevé ampliar en un 50 por ciento la capacidad de sus gasoductos.
También lo es porque ese plan no sólo apunta a potenciar la producción de gas en Vaca Muerta, sino también a construir nuevas plantas de procesamiento que aprovechen los líquidos del gas.
Y allí entra la muy posible ampliación al doble del complejo que TGS posee en General Daniel Cerri, apuntando principalmente a la exportación de ciertos derivados como propano, butano y gasolina natural
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Mindlin confirmó estos planes esta semana, durante una entrevista con Judy Shaw para el segmento NYSE Floor Talk, realizada en la Bolsa de Nueva York con motivo del 30º aniversario de la cotización de TGS en ese mercado.
El directivo dijo que el plan de expansión incluye la construcción de nuevas plantas de procesamiento y un incremento del 50% en la capacidad de transporte de la compañía.
Actualmente, TGS opera más de 9.300 kilómetros de gasoductos que atraviesan siete provincias, conectando los principales yacimientos con los centros urbanos de consumo.
"Estas inversiones son fundamentales para aprovechar al máximo las vastas reservas disponibles y posicionar a Argentina como un actor clave en el mercado energético global", puntualizó el CEO.
Cabe recordar que TGS espera que el Gobierno nacional avance con la ampliación del Gasoducto Perito Moreno (ex Kirchner), una obra que demandará una inversión cercana a los 700 millones de dólares.
La expansión de la capacidad de transporte y procesamiento apunta a duplicar las exportaciones argentinas en un plazo de cinco a seis años, alcanzando ingresos anuales comparables a los 35.000 millones de dólares que generan actualmente las exportaciones agrícolas.
Cabe recordar que poco tiempo atrás, Oscar Sardi, CEO de TGS, dijo que el “gran sueño” de la compañía es convertir la planta de Tratayén en un complejo de procesamiento capaz de manejar 40 millones de metros cúbicos diarios, sumando acondicionamiento y exportación desde Bahía Blanca.
“Apuntamos a estar listos para captar todo el potencial productivo y maximizar las exportaciones”, expresó.
“No queremos repetir errores del pasado, cuando teníamos capacidad productiva en Vaca Muerta, pero carecíamos de gasoductos para evacuar la producción. Nuestro objetivo es acompañar estos desarrollos con la infraestructura necesaria”, agregó.
Sardi se ha venido mostrando apurado para que Argentina logre avanzar en esa dirección, ya que, en su opinión, los tiempos corren.
En tal sentido, hace ya algún tiempo, TGS propuso al Gobierno nacional utilizar el Régimen de Incentivo a las Grandes inversiones (RIGI) para realizar obras de infraestructura de transporte de gas natural por 700 millones de dólares.
El proyecto se basa en ampliar el tramo I del Gasoducto Perito Moreno y tramos finales de la red.
“Necesitamos que la licitación salga cuanto antes porque estamos jugando contrarreloj. Es necesario que se avance rápido porque los tiempos no son elásticos y cuanto antes esté en la calle, bienvenido sea para los que van a participar”, dijo Sardi.
“Lo nuestro está orientado al consumo local y a tratar de reducir las importaciones. El objetivo principal es aumentar la disponibilidad, un volumen importante de gas (14 millones de m3 por día) a partir de la iniciativa privada”, agregó.
Se estima que el proyecto permitirá en 2026 un ahorro al Estado por un monto similar al de la inversión, en concepto de sustitución de importaciones de GNL y gasoil.
De acuerdo con la empresa, el ahorro en relación con la balanza comercial es significativo, ya que se está hablando de nos 700 millones de dólares por año, y no compite con la segunda etapa del Gasoducto Perito Moreno, sino que lo complementa y busca resolver un tema que claramente impacta muy fuerte en el Tesoro nacional.
“Hoy tenemos un gasoducto capaz de transportar 60 millones de m3 por día, estamos transportando entre 25 y 26 millones de lo producido en Vaca Muerta y estamos poniendo en marcha dos módulos de acondicionamiento de gas que van a llevar a capacidad de planta al orden de los 30 millones de m3 por día. Uno entró en servicio en octubre y el otro lo hará posiblemente en enero”, dijo a fines del año pasado, en una jornada sobre energía realizada en Neuquén.
Pero más allá del mencionado sueño de convertir la planta de Tratayen en una planta de procesamiento de 40 millones de m3 por día y ampliar las instalaciones en Bahía Blanca, hoy el foco está en “cerrar este proceso de los 30 millones de m3 día de acondicionamiento de gas, acompañando la infraestructura de transporte para que no pase lo que ya vivimos en años anteriores (que teníamos capacidad en Vaca Muerta, pero no teníamos adonde evacuar la producción porque los gasoductos estaban saturados) que este es nuestro objetivo”.
Fuente: La Nueva