22/07/24

Represas de Santa Cruz: se pierden u$s3,5 millones diarios por la paralización de obras

El consorcio de bancos chinos que financia la obra tiene u$s800 millones a disposición para reactivar las obras. Pero por la falta de decisión política, no se avanza. Temor a la ejecución de cláusulas por incumplimiento de contrato y penalidades.


Represas de Santa Cruz. Este megaproyecto es el contrato de financiación de infraestructura más importante de China fuera de su país.

La paralización de las obras de construcción de las represas de Santa Cruz Jorge Cepernic y Néstor Kirchner provoca una pérdida de u$s3,5 millones diarios para el país.

Según revelaron fuentes calificadas al tanto del proyecto, si las obras no se reactivan en los próximos meses en total serán unos u$s1.307 millones anuales los que Argentina perderá por no contar con las dos centrales hidroeléctricas en funcionamiento. El cálculo oficial indica que por la necesidad de importar energía el país gasta 3.580.822 dólares por día extras. Pero el costo puede ser aún mayor.

Hasta el momento, el consorcio de bancos chinos que financió la primera parte de la construcción de las represas desembolsó u$s1.850 millones, de un crédito total por u$s4.714 millones. Ese pool de entidades está conformado por China Development Bank Corporation, Industrial and Commercial Bank of China Limited (ICBC) y Bank of China Limited. Las fuentes consultadas alertaron que si las obras no se retoman en el cortísimo plazo, con otros u$s800 millones disponibles en China para que entren ya al país, se pueden activar cláusulas de incumplimiento de contrato, un reclamo adicional por tasas de castigo y hasta se pueden generar más conflictos con otros organismos internacionales de crédito. Uno de los que mira de cerca esta parálisis de obra es el FMI.

“Hasta que el país no diga oficialmente que no se van a realizar o terminar las represas, no se van a ejecutar las cláusulas de incumplimiento, pero tampoco no se toman las medidas necesarias para reactivar la obra. En los diálogos nadie dice que se interrumpirá finalmente el proyecto, pero sigue todo estancado”, detalló una fuente que conoce de primera mano lo que sucede con las hidroeléctricas patagónicas.

El nuevo riesgo que corre la Argentina es que los bancos chinos no solo dejen de enviar los u$s800 millones frescos -que también servirían para engrosar las arcas del Banco Central-, sino que en los próximos meses los asiáticos reclamen los u$s1.850 millones ya invertidos, más otros millones de dólares por incumplimientos.

Al momento de la parálisis de las obras, que comenzó en noviembre del 2023 y se confirmó en febrero del 2024, el nivel de avance de la represa Jorge Cepernic era del 45%, mientras que la Néstor Kirchner iba por el 26%. Pero por decisión del Gobierno nacional de Javier Milei el proyecto quedó en stand by y actualmente hay unos 2.900 trabajadores desplazados, que si las obras se reactivan a partir de septiembre podrían volver rápidamente a sus puestos.

Entre las dos centrales, sumarán una potencia instalada de 1.310 MW, por lo que se logrará ampliar en un 11,4% el total disponible de energía generada por el agua en todo el país. Los trabajos también contemplaban la construcción de una línea de Extra Alta Tensión de 170 km que conectará ambas generadoras al Sistema Argentino de Interconexión (SADI). Esta ampliación de la capacidad de generación de electricidad limpia permitiría ahorros en compras energéticas por más de u$s1.300 millones.

La construcción de las represas está a cargo de la Unión Transitoria de Empresas (UTE) Represas Patagonia, compuesta por las nacionales Eling Energía e Hidrocuyo y la China Gezhouba Group Corporation (CGGC). Hoy, las constructoras mantienen una inversión mínima para el sostenimiento del proyecto. Es más, hay dos campamentos armados con capacidad para alojar a 2.500 personas cada uno disponibles para la reincorporación inmediata de los trabajadores.

¿Qué falta para reactivar la construcción de las represas de Santa Cruz?

Este megaproyecto es el contrato de financiación de infraestructura más importante de China fuera de su país. Para la continuidad de la construcción es clave la firma de la Adenda XII, que actualice los montos por inflación y reconozca gastos operativos extras durante la pandemia.

En la UTE aseguran que están realizando las gestiones para reactivar las obras cuando se ordene la cuestiones contractuales que vienen trabajando con Energía Argentina (Enarsa S.A.) desde hace más de un año y medio. La decisión económica la tiene el ministerio de Luis Caputo.

Mientras tanto, ante inversionistas de Nueva York, el vicepresidente del Banco Central admitió que en junio pasado aumentó a casi el doble el gasto del país en energía, al pasar de u$s400 a u$s700 millones, y que en el sexto mes del año ya se gastaron todos los subsidios previstos para el 2024.

Fuente: Ámbito