22/07/24

Siguen los desplazamientos y cambios de funcionarios en las empresas ferroviarias

Se confirmó la salida de Sergio Basich de la presidencia de Trenes Argentinos Cargas, quien fue reemplazado por Alejandro Núñez. El reciente desembarco de Federico Canedi en Ferrocarriles Argentinos y DECAHF ya se tradujo en varios desplazamientos a nivel gerencial. En paralelo, el Gobierno estudia la posibilidad de fusionar ambas empresas amparándose en la emergencia ferroviaria. Inestabilidad en los cargos, puestos vacantes y la privatización como horizonte.



Continúan los movimientos de cargos en las empresas ferroviarias. A los recientes cambios en Ferrocarriles Argentinos y Trenes Argentinos Capital Humano (DECAHF) se sumó días atrás la confirmación de la salida del presidente de Trenes Argentinos Cargas (TAC/BCyL), Sergio Basich –que había sido anticipada por este medio–, quien fue reemplazado por Alejandro Núñez.

La salida de Basich se comenzó a gestar luego del desplazamiento del ex jefe de Gabinete Nicolás Posse, quien fue sustituido por el hasta entonces ministro del Interior, Guillermo Francos. En ese momento, se removió al entonces titular de Ferrocarriles Argentinos y DECAHF, Patricio Gilligan, que había asumido pocos meses antes.

El reciente desembarco de Federico Canedi como nuevo presidente de Ferrocarriles Argentinos y de DECAHF, a su vez, se tradujo en importantes cambios y desplazamientos a nivel gerencial.

Así, en FASE fueron desplazados el titular de la Secretaría General, Ezequiel Méndez, y la gerenta de Coordinación Societaria, Julieta Daffonchio, funcionaria de carrera que había traído Mario Meoni para el malogrado relanzamiento de la empresa –en la práctica impedido por su fallecimiento–. Por su parte, en en DECAHF fueron designados nuevos titulares al frente de la Secretaría de Gobierno Corporativo y de la Gerencia General Operativa (Pedro Atauche y Hugo Vallone, respectivamente).

Según pudo saber este medio, el gobierno está considerando la posibilidad de fusionar Ferrocarriles Argentinos y DECAHF amparándose en la recientemente declarada emergencia ferroviaria, que habilita la realización de “acciones para la reorganización empresarial que resulten pertinentes”. Ambas empresas, cabe recordar, comparten presidente: se trata de una dinámica que se dio con los últimos tres titulares (Contreras, Gilligan y Canedi).

Vale recordar que la existencia misma de DECAHF es residual: en marzo de 2015 el gobierno de Cristina Kirchner, durante la gestión en Transporte de Florencio Randazzo, decretó la transformación de la empresa –entonces llamada ARHF– en sociedad del Estado como paso previo para su fusión con la SOFSE. Esta lógica medida de racionalización fue frenada por el ministro Guillermo Dietrich, quien decidió no solo conservar la empresa como un organismo independiente sino renombrarla como Desarrollo del Capital Humano Ferroviario (DECAHF).

Lejos de replantearse la situación, durante el gobierno de Alberto Fernández la empresa sumó funciones tan diversas como amplias: la custodia del patrimonio ferroviario –la gestión del Museo Nacional Ferroviario y el Tren Museo Itinerante–, la gestión de proyectos turísticos y culturales –el tren Mercedes – Tomás Jofré-, la administración de los talleres de Junín y hasta fue incorporada en el directorio de Ferrocarriles Argentinos (FASE), aunque DECAHF formalmente no la integra: con toda lógica, la ley 27.132 omite mencionar a la empresa, dado que entonces se preveía su absorción por parte de la SOFSE.

No obstante, resulta incierto que esta posible fusión se oriente a un –necesario– fortalecimiento de Ferrocarriles Argentinos, sobre todo si se considera el actual horizonte de privatización ferroviaria y fuerte ajuste presupuestario. Según la ley que creó la nueva Ferrocarriles Argentinos, sancionada con amplio acuerdo político en 2015, la empresa debería ser la responsable de coordinar todo el sistema ferroviario nacional, con DECAHF disuelta y las restantes “Trenes Argentinos” convertidas en divisiones específicas dentro de una misma estructura.

Cabe notar que a más de siete meses de gestión, el actual gobierno no ha conformado una estructura de conducción para el sector ferroviario: la inestabilidad de los cargos y el pase de áreas entre diferentes ministerios ha sido la norma, en tanto que áreas sensibles, como la encargada de los proyectos con financiamiento internacional, aún carecen de titular, y hasta su página web fue recientemente dada de baja.

La situación contrasta fuertemente con otros países, donde las autoridades se han abocado a fortalecer el rol del Estado como actor principal de la red ferroviaria a través de una empresa de funciones análogas a Ferrocarriles Argentinos: tal es el caso del Reino Unido, que recientemente anunció los planes para reestatizar su red, bajo el paraguas de Great British Railways.

Fuente: PorenelSubte