
El Gobierno de Argentina avanza en la etapa final de la privatización total del sistema ferroviario de cargas, en un proceso que marcará el cierre de una etapa estatal y el inicio de una nueva fase con fuerte participación privada.
El plan contempla dividir a Belgrano Cargas —operadora estatal de los ramales San Martín, Urquiza y Belgrano— en tres grandes unidades: operación y mantenimiento de vías, venta del material rodante y concesión de talleres, según consignó ArgenPorts.
El foco, según señaló Diego Cabot, periodista de La Nación, estará puesto en los compromisos de inversión, operación eficiente y desarrollo de infraestructura, bajo un modelo de acceso abierto que permitirá a cualquier operador circular por las vías pagando un peaje.
El esquema que maneja el Gobierno incluye tres grandes licitaciones. Una de estas es la Concesión de operación y mantenimiento de las vías férreas, la que se otorgará por 50 años y cuyo adjudicatario recibirá también la gestión de los inmuebles dentro de la traza ferroviaria, incluyendo predios, estaciones, depósitos y contratos de alquiler, lo que en su conjunto constituye la segunda fuente de ingresos del sistema ferroviario estatal.
Otro punto contempla la Venta del material rodante, lo que contempla el remate de locomotoras y vagones actualmente en uso. Ya se solicitó al Tribunal de Tasaciones de la Nación la valuación de cada unidad, distribuidas en miles de kilómetros de red. Lo recaudado irá a un fideicomiso para obras urgentes, que cubriría el 50% del presupuesto estimado (unos USD 900 millones).
La tercera licitación contempla la Concesión de los talleres ferroviarios, lo que se hará en un proceso independiente. En este caso sí se contempla el pago de un canon por parte de quien obtenga la concesión de uso.
Cabe mencionar que se contempla aplicar un régimen de acceso abierto y nuevos operadores en carpeta, por el cual cualquier empresa con trenes propios podrá operar sobre la red ferroviaria argentina, siempre que se ajuste a las condiciones de circulación definidas por el concesionario y pague el peaje correspondiente.
“Incluso empresas chilenas que hoy llegan hasta la frontera norte podrán ingresar a buscar carga dentro del país, especialmente del sector minero”, señaló una fuente del sector.
Este modelo busca promover la competencia y la eficiencia logística, facilitando el ingreso de nuevos actores y fomentando un mercado ferroviario más dinámico, en sintonía con lo que ocurre en Europa y América del Norte.
A diferencia de los procesos privatizadores del pasado, el nuevo modelo no se centrará en quién ofrece más dinero al Estado, sino en quién presenta el mejor plan de operación e inversión.
El objetivo es mejorar la velocidad media de los trenes, hoy por debajo de los 20?km/h en muchos tramos, y reducir la siniestralidad operativa.
La idea es modernizar integralmente la red, potenciar su uso para el transporte de cargas y descongestionar las rutas, donde un tren equivale a más de 60 camiones.
Además del Belgrano Cargas, el Gobierno de Argentina evalúa la situación de los tres ramales actualmente en manos privadas: Ferroexpreso Pampeano (Grupo Techint), Nuevo Central Argentino (Aceitera General Deheza) y Ferrosur Roca (Grupo Loma Negra).
Sus concesiones ya están vencidas o próximas a vencer. Aún no se definió si serán incorporadas al nuevo esquema, si habrá procesos licitatorios separados o si se renovarán parcialmente los acuerdos existentes.
Aunque ya está vigente el decreto que habilita la privatización del Belgrano Cargas, los pliegos aún no fueron publicados. El objetivo del Gobierno argentino es lanzar el llamado a licitación en agosto de 2025, con adjudicaciones previstas para el primer trimestre de 2026.
El desafío de competir con el “planeta Moyano”. El proceso no estará exento de resistencia sindical. La comparación inevitable es con el transporte por camión, respaldado por una poderosa estructura gremial.
Sin embargo, la eficiencia del ferrocarril como sistema de transporte de cargas pesadas y a larga distancia es indiscutible desde el punto de vista económico, ambiental y logístico.
Argentina se encuentra ante un nuevo capítulo en su historia ferroviaria. La privatización del sistema de cargas, con concesiones de largo plazo, reglas claras y foco en la inversión, abre la posibilidad de transformar la red en un activo competitivo para el desarrollo productivo.
Si se implementa con transparencia y visión estratégica, el ferrocarril podrá volver a ser una herramienta clave para el crecimiento del país.
Fuente: Portal Portuario